Sunday, March 05, 2006

Presentación

El propósito de esta publicación en línea es el de comunicar algunos de los resultados prácticos del trabajo de nuestro Seminario de Estudios de Género (2004-2006).

Por una propuesta de Adriana, nos propusimos revisar juntas y del modo más libre que fuera posible la figura de La Malinche y hacerlo, además, con toda nuestra perspectiva feminista, sin depender de un "centro". Descubrimos muchas cosas que consideramos interesantes. Aquí comunicamos algunas de ellas. Hay más, siempre habrá más sobre este tema, esta mujer. Más feminismo y más que contar.

Un ejemplo: así comprobamos que ella no fue la "Malinche" durante la conquista de México. En ese momento los indios le dieron tal nombre a Hernán Cortés, muy probablemente porque lo veían como la sombra o fantasma de ella, que era quien sí hablaba y daba órdenes para ambos bandos. No vieron a la mujer traductora sino a la persona originadora de todo lo que estaba pasando con Cortés y los suyos, y al otro, a Hernán Cortés mismo, el varón, nada más lo veían como su remedo o títere, tal vez. Fue mucho tiempo después de ocurrido el triunfo militar de Cortés, ya más bien en el siglo XIX, cuando se le transfirió el sobrenombre de Malinche a ella.

Estudios de género, desde nuestro punto de vista, es un gesto que significa actuar en contra de una injusticia. Contra la invisibilización social de la sobreexplotación del trabajo (real, simbólico, imaginario...) de la(s) mujere(s) y personas afeminadas. Contra la "castración" de lo otro mujer, contra el olvido y la denegación sistemática de lo otro femenino.

En la academia contemporánea, el movimiento y el pensamiento feministas, a través de los estudios de género, se plantean más que nada y de forma transdisciplinaria como una actitud ética, una legítima "necesidad" democrática. Igualdad y equidad de género. Un gesto de responsabilidad (personal y colectiva). Para terminar de modo argumentado y convincente con la injusticia general en contra de las mujeres y el sexo femenino, para tratar de hacer así una sociedad en verdad cada vez más democrática y equitativa.

Trabajar como grupo de estudio e investigación nos demanda vías transgresoras, desviaciones, transformaciones. Otra academia dentro de la academia de gran excelencia. Ciencia postmoderna, se ha dicho. Buena voluntad para pensar y valorar, consideramos nosotras. Desde donde estamos.

No quisimos ser victimistas. Quisimos buscar con sistema lo positivo o realmente diferente de Marina. Eso que, según escribió Carlos Monsiváis, la ha hecho pasar de ser una traidora a ser algo así como una digna edecán y traductora.

También quisimos tomar muy en cuenta que cada época determina sus interpretaciones del pasado y del porvenir, que no hay tradiciones fijas ni duraderas, que predomina el cambio en todo. Y que eso tiene que ver con la libertad y con la liberación feminista de la humanidad entera.

Lo "único" fue un sueño neurótico del patriarca que no hay. Una cosa de envidia e ignorancia, quizá entre cómplices de ambos sexos. Pero únicamente una ilusión que ya hoy parece imposible, impensable.

Todo esto de Marina nos comenzó como una reacción crítica a la lectura del capítulo que Octavio Paz le dedica a la Malinche en El laberinto de la soledad. Nos pareció chocante, torpe, el modo en que Paz interpreta a las mujeres y los varones. Algo siempre un poco anticuado en él, poeta, en definitiva, "romántico", tan coetáneo de Agustín Lara como de André Breton. Y para quitarnos el malsabor de las ideas machistas de Paz, nos resultó muy iluminador para el debate y la reflexión el conjunto de ensayos hermenéuticos e historiográficos que Margo Glantz reunió sobre ella: La Malinche, sus padres y sus hijos (Taurus: México, 2001) . También este conjunto de ensayos deja ver lo significativa que es esta mujer de la conquista para la actual sociocultura mexicana, una cuestión en verdad de "identidad", pues unifica una época de México y su más allá de las fronteras y la geografía. Ya que, según parece, sólo a la gente mexicana le preocupa la Malinche.

Fueron más que nosotras cuatro las personas que trabajaron semana a semana durante este período en el Seminario de Estudios de Género, también eran más las que integraron el evento final resultante en la Universidad del Claustro de Sor Juana; pero este resultado en internet es por completo nuestro. Y ahora de ustedes. A todas ellas les agradecemos su participación. Como también, ahora, a ustedes. Y a quien esto ahora mismo lea, por su interés en nuestra prosa de ideas, cuando estamos en un munditoo donde YouTube como MTV o el Canal Gourmet parecen querer reducir todo a nada o casi nada. Cosa triste.

Pero si es cierto que ahora y aquí alguien como tú lee esto y sigue leyendo hacia abajo de la página virtual, queda la posibilidad de la comunicación en la diferencia, la vibración de la libertad, la esperanza de que algo no sea como todo. Que algo no sea pura ilusión y mentira.

Traiciones, no siempre significan malas acciones. Se puede traicionar un vicio, al dejar de tenerlo. Traicionar al amo el esclavo no es de principio algo negativo. La parte maldita también libera.

Traducciones son todos los pensamientos, todos los actos de habla y más que nada todos los sentimientos. Recordar, por ejemplo, ya es traducir, reinterpretar. Pensar es estar traduciendo en forma intensa, muchas cosas al mismo tiempo.

Y reinterpretaciones. Que es lo de seguir interpretando, siempre, porque no hay la interpretación única, definitiva, con todita toda la verdad.

Acto literario: prosa de ideas. Historiografía: interpretación y cuestionamiento de documentos. Lo que a la Chorcha Chillys Willys (Gloria, María Adela y Salvador) le enseña Guy Rozat.

Estudios de género con algo de nuestro "estilo".

Sea.


Adriana González Mateos (coordinadora),
María Adela Hernández Reyes,
Gloria Hernández
y Salvador Mendiola.

Primavera 2006.